jueves, 11 de agosto de 2016

Relatos de una Mente Enferma

Relatos de una Mente Enferma

Solo fue una vez,
pero la verdad es que fueron muchas.
Hablo todo el tiempo,
auque nadie me escucha.

Siento pena por mí,
porque soy diferente.
Esta no fue mi elección,
todo es parte de mi mente.

Me siento deforme por dentro
a pesar de lo normal que la gente me ve.
Es imprecindible sacrificar un hombre,
para poder mi calma aparentar.

Por André Tamashiro y Alonso Calmet

miércoles, 10 de agosto de 2016

Poema - Única Castigada

Única Castigada

“Tan inocente se veía.”
La acusan las masas con desencanto,
mas quién de la comunidad sabría
la triste historia que esconde bajo su manto.

Progenitora sin querer,
sin desear su cuerpo forzado ver.
Amor verdadero logrará hallar.
Amor de esos que el tiempo no borrará.

¿Será que el padre no lo sabe
o será que el padre no lo nota?
Ese hijo no es suyo.
Aún así no lo excluyó.

Indiferente el tiempo se acerca.
Y ella, sin poder moverse
yacente al borde del Edén
por una inocente intención, su libertad ha de perder.

Lee y entérate en los versos antiguos,
atiende y escucha como el juglar murmura
al contarte la historia de sus hojas y ramas,
en su tronco y raíces la arboleda oculta.

Nada importa ya,
ellos y las máquinas vendrán ya.
Cortando, despedazando y matando.
La vida desaparecerá, dándole pasa a la triste soledad.

Ellos inmóviles no se verán,
presas de la magia no serán.                                                                                     
¡Ah pobre ninfa convertida en bosque!

Los demás su injusto castigo desconocen.


Poema; Única Castigada


POEMA

Única Castigada

“Tan inocente se veía.”
La acusan las masas con desencanto,
mas quién de la comunidad sabría
la triste historia que esconde bajo su manto.

Progenitora sin querer,
sin desear su cuerpo forzado ver.
Amor verdadero logrará hallar.
Amor de esos que el tiempo no borrará.

¿Será que el padre no lo sabe
o será que el padre no lo nota?
Ese hijo no es suyo.
Aún así no lo excluyó.

Indiferente el tiempo se acerca.
Y ella, sin poder moverse
yacente al borde del Edén
por una inocente intención, su libertad ha de perder.

Lee y entérate en los versos antiguos,
atiende y escucha como el juglar murmura
al contarte la historia de sus hojas y ramas,
en su tronco y raíces la arboleda oculta.

Nada importa ya,
ellos y las máquinas vendrán ya.
Cortando, despedazando y matando.
La vida desaparecerá, dándole pasa a la triste soledad.

Ellos inmóviles no se verán,
presas de la magia no serán.                                                                                     
¡Ah pobre ninfa convertida en bosque!

Los demás su injusto castigo desconocen.