lunes, 15 de mayo de 2017

‘Gañad-Saidi’




Gañad-Saidi’


-Stain Ludacrofts, héroe de guerra, gran padre, hijo y abuelo…
-Nunca me hubiera imaginado estar en un funeral de nuevo, después del de mi mama. -Dijo Luke en voz baja mientras el padre hablaba.
-¿No era suficiente extrañar solo a uno? ¿Por qué a mí? -pensó Luke mientras se secaba las lágrimas.


Resultado de imagen para platica en el cementerioCuando el padre acabó su sermón y John, el padre de Luke, estaba diciendo unas palabras, este levantó la mirada y vio a su abuelo Stain caminando de lápida en lápida. Luke parpadea dos veces y su abuelo desapareció inmediatamente.


Dos años después, Luke es internado en un centro de rehabilitación psiquiátrico infantil del Doctor Barry, pues desde aquella visita al cementerio, Luke comenzó a ir frecuentemente, donde establecía  fluidas conversaciones con su difunto abuelo.


Doctor Barry, el psicólogo de Luke, sospecha que sea algún tipo de esquizofrenia, aún así, lo mandó a que se realice exámenes toxicológicos.
El Doctor Heisenberg es un psiquiatra decidido a encontrar una razón científica al caso de Luke, siendo compañero de Barry, discrepa en que esto fuera un caso de esquizofrenia.


Al salir los resultados de la prueba toxicológica, se encontró una extraña sustancia en el cuerpo de Luke que se creía extinta, el Doctor Heisenberg argumenta que esta especie de droga, denominada en ese entonces como ‘Gañad-Saidi’ era un intento de arma biológica usada en la Segunda Guerra Mundial. El Doctor teoriza que está droga se encontraba en lugares de guerra, como el cementerio donde fue enterrado el abuelo de Luke, por donde éste estuvo en constante contacto con esta sustancia.


Con el tiempo, esta noticia se volvió pública y el cementerio fue clausurado y el caso fue cerrado.


No contento con el resultado, el grandioso doctor, historiador, químico y biólogo Dr. Shoemaker investigó por última vez el caso de Luke arduamente.


Meses después de investigación exhaustiva, el doctor Shoemaker llegó a la conclusión que esa sustancia nunca fue creada con la intención de ser alucinógena. Este hecho contradecía y dejaba en duda las investigaciones de los pasados médicos.


Luego de mucho tiempo, en una reunión familiar, una tía muy cercana a Luke le confesó que ella también había sido partícipe de este tipo de visiones con el abuelo Stein, pero que en su caso, nunca contó nada a nadie por temor a que la tilden de loca, seguidamente felicitó a Luke por su valentía.


Hoy en día Luke se sigue preguntando qué fue lo que hizo que él y su tía vieran al abuelo, desgraciadamente, tendrá que vivir con la gran duda.

jueves, 11 de mayo de 2017

La Foto de los Dos

Las condolencias no cesaban, iban y venían. Me encontraba al frente de ella, la mujer que alguna vez le había dado luz a mi vida, pero ahora esa era la misma luz que se había ido con ella.

Fue así, que poco a poco las personas se fueron retirando, dejando vacía la sala, hasta que solo éramos mi hija y yo. Después de unos cuantos minutos, solo yo ocupaba el cuarto, y al acercarme a observar su rostro por última vez, todas aquellas tardes juntos, vinieron a mi mente.
El dolor me controlaba, por lo que tomé unas cuantas pastillas que se encontraban en mi bolsillo y las metí a mi boca.
Decidí irme, pero algo me detuvo, un sonido.
Me dí la vuelta y ahí estaba ella, con aquellos ojos color café que enamoraban a cualquiera. Corrí con todas mis fuerzas, la rodeé con mis brazos y pude volver a escuchar el latir de su corazón.
Desesperado, fui a buscar a mi niña pero después de unos cuantos metros, mis ojos dejaron de ver claramente y mis piernas simplemente cayeron.

Me desperté con mi hija al lado, y mientras me miraba con pena, relataba todo lo que había sucedido.
No tenía los recuerdos claros, pero yo sabía que ella estaba viva.
Al contarle lo que había sucedido, dejó la habitación de inmediato en busca de ayuda.
Yo no estaba loco, solo me dolía la cabeza, abrí el cajón en busca de mis pastillas, y encontré una foto: ella y yo, el día anterior.




martes, 9 de mayo de 2017

Él despertó

Él despertó

Ese día fue muy extraño. Me desperté muy tarde. Alisté mi maleta y fui directamente al aeropuerto. Tenía que regresar a mi país antes de las cuatro de la tarde, porque mi hermano se iba a casar.

Llegué al aeropuerto de Lima después de un largo viaje. Inmediatamente, recibí una llamada. La peor llamada que alguien podría recibir. Mi hermano había fallecido. Lo habían atropellado.

Iván era un chico muy descuidado. Siempre andaba distraído. Era mi hermano mayor, el que me cuidaba y protegía. Estaba comprometido con la chica que fue su mejor amiga por muchos años. María Paz era muy buena, amable y generosa. Iván se enamoro de ella y ella siempre estuvo enamorada de él, así que se comprometieron.

Estaba muy asustada, no sabia que hacer. Ya estaba camino a mi casa. Los nervios que tenía me volvían loca. Mis emociones estaban mezcladas.

Llegué a mi casa. Mis padres, María Paz y sus padres estaban allí. Todos lloraban. Mi madre estaba en el suelo, llorando. Mi padre la consolaba mientras lloraba. María Paz estaba impactada, y lloraba. Sus padres la consolaban. Era una escena horrible.

En la noche fue el velorio. No había mucha gente porque llegué muy temprano. Aproveché que no había muchas personas y me acerqué al ataúd. Mi madre y mi padre se acercaron conmigo. Lo observamos un largo rato.

Empezo a llegar gente. Mis padres y yo seguíamos observándolo. Una prima fue a saludarnos y conversamos un rato con ella.

Mientras conversábamos, ocurrió algo inesperado. Los invitados gritaban y corrían. Nosotros nos asustamos y no sabíamos qué hacer. De pronto, vimos a Iván asustado caminando, con ojos de confusión. Mi madre lloro, mi padre también. Estaban impactados al igual que todos los invitados. Todos gritábamos. Iván, confuso, se acercó, mientras nosotros nos alejábamos.

Alguien había llamado a una ambulancia, y se lo llevaron. Fue algo muy impactante. Nadie lo podía creer, pues nadie entendía lo que ocurría. Después del susto, los invitados lloraron.

Fue algo muy extraño, pero sucedió. Iván despertó de la "muerte". Los médicos lo examinaron, él nunca había muerto. Estuvo en estado de coma y lo habían clasificado como muerto, pues hubo un grave error.

Se reprogramo la boda, después de unas semanas de incertidumbre. Su vida continuó, como si nunca hubiera acabado.


sábado, 6 de mayo de 2017

Nadie se esperaba lo que sucedió



NADIE SE ESPERABA LO QUE SUCEDIO

De la nada Tom se levantó del ataúd asustado, con los ojos cerrados como si hubiera estado soñando. Abrió los ojos y se encontró con todos, llorando. Vió a su mamá y grito ¡Patriciaaaaaaaaaaa! 
en ese momento ella se acercó y gritó, después dijo que era un milagro, no puede ser esto posible -fueron sus palabras exactas. todos los invitados voltearon la mirada hacia el grito. Apenas los vieron se quedaron totalmente sorprendidos. fue algo que en verdad nadie se esperaba. Cuando Tom habló con su mamá le pregunto... ¿qué pasó? ¡no entiendo nada! , estoy muy confundido. Ella muy nerviosa le dijo: hijo no se que decir , estoy muy impactáda y nerviosa a la vez. Tom exhausto, espero que se tranquilice y cuando ese momento llegó, Patricia le dijo que estuvo en coma por 5 años ya que tuvo un accidente de carro grave que lo dejo así, todo un por poste que no llego a ver por efectos del alcohol, durante esos 5 años Patricia y Juan Jose gastaron mucho dinero lo que los dejo muy mal económicamente y tuvo como consecuencia el desconecto de Tom dejándolo muerto. Fue muy duro para la familia pero ya no había marcha atrás. Que Tom haya despertado era un milagro, era algo totalmente imposible y no creíble, Tom no recordaba nada pero en ese momento se sintió feliz al verse de nuevo con vida 

jueves, 4 de mayo de 2017

Un extraño suceso en el cementerio

No sé por qué, pero siempre me ha gustado venir a este lugar. Además de brindarme paz y tranquilidad, puedo visitar a las personas que más extraño. Reflexiono sobre todo en el tiempo que perdí con ellas cuando tuve la oportunidad de compartir momentos juntos y hacerlos inolvidables.
Un nuevo difunto está siendo trasladado por cuatro personas hacia el lugar donde va a ser enterrado. Lo sigue su familia y amigos. Lloran desconsoladamente. ¿Cuánto dolor y sufrimiento puede llegar a haber en una persona solo por perder a alguien? Debe haber cumplido un rol muy importante en sus vidas. Hubiera deseado haber sido la persona que él alguna vez fue. Ahora tendré que vivir con ese remordimiento.
Puedo ver que una persona muy extraña se acerca. Tiene un aspecto misterioso: estatura baja, ojos saltones y una expresión que me es imposible de leer. Mientras más se acerca, más rápido va. Llega a tal unto que me atraviesa.
¿Por qué todo ha pasado de ser luz a oscuridad? ¿En dónde estoy? ¿Por qué me han encerrado? ¿Qué hago aquí? ¿Debería golpear? ¿Debería gritar? ¿Y si nadie me escucha? ¿Y si me quedo aquí para siempre?... mejor vale la pena intentarlo.
Por fin puedo respirar, me estaba sofocando. Alguien ha abierto el ataúd. Es una señora. Me mira, y yo la miro también. Está tan sorprendida como yo, hasta que me abraza y empieza a decir - ¡Gracias a Dios, gracias a Dios!- un montón de veces. Yo no comprendo y todos me empiezan a llamar por un nombre que no es el mío, me dicen - ¡Nicolás!- Luego de esto me sacan del ataúd cargándome. Al bajar todos me empiezan a rodearme y me llevan al estacionamiento; entramos en el carro y empiezan a comentar - ¿Cómo es que ha pasado? ¡Fue un milagro! ¡Tal vez no era su hora!- Yo sigo sin entender. No dije ni una sola palabra en todo el viaje, hasta que llegamos a una casa desconocida.
Al entrar una señora me dice - Sube por las escaleras y dirígete a la derecha. Allí vas a ver una habitación para que descanses.- ¿Para que descanse? ¿Por qué querría yo descansar?
Cuando entro cierro la puerta y me tiendo sobre la cama, mientras pienso sobre todo lo que puede estar ocurriendo. Todo ha sido tan rápido.
Decido entonces entrar al baño para asearme. Abro el caño, lleno mis manos de agua y me lo hecho en la cara. Al levantar mi cabeza, miro en el espejo mi rostro, pero hay alguien más ahí; volteo y no hay nadie. Vuelvo a mirar al espejo. Soy yo, pero no soy yo, tengo mi nariz más perfilada.
De pronto un hombre está parado al lado de mi cama (mi supuesta cama), al principio no lo reconozco, pero luego me doy cuenta que es el mismo hombre que me había atravesado en el cementerio. Está en silencio y parece no mirarme. Cuando de repente me pregunta si sabía por qué me había pasado eso, y yo le contesto que no sé. -Es una segunda oportunidad- me dice.


Por: Daniela Palma y Cristina Valle



miércoles, 3 de mayo de 2017

Cuento fantástico: El funeral




El funeral 

Tomas estaba de viaje en Australia cuando decidió ir a un bar. Al entrar, fue directo a la barra y pidió algo de tomar. Mientras preparaban su bebida empezó a a mirar su celular. El barman le entregó su bebida. Al primer sorbo sintió algo raro, pero no le dio importancia y siguió tomando.

Pasaron algunas horas y era de noche. Decidió salir del bar y empezó a caminar. Observaba atentamente a toda la gente que encontraba en su camino y su extraño comportamiento. Empezó a sentirse cansado y quería sentarse. Siguió caminando unos metros más y encontró una iglesia y decidió entrar. Empezó a observar cada detalle de esta, vio a mucha gente arrodillada con los ojos cerrados, otros llorando y otros hablando seriamente en voz baja. Luego vio una puerta abierta de la cual provenía una luz. Así que caminó hacia ella y vio en el centro de este cuarto un cajón de madera. Al cercarse a este se dio cuenta de que era un ataúd y que había alguien dentro de el. Abrió la tapa para observar mejor y un segundo después el muerto abrió los ojos, se levanto y lo saludo. Tomas estaba impactado, salio corriendo y empezó a gritar por toda la iglesia que el muerto había revivido. La gente se acerco a el y al no conocerlo y viendo como estaba decidieron ayudarlo. Tomas estaba confundido y de repente empezó a ver borroso para luego caer inconsciente.

Pasaron algunas horas y Tomas despertó en la clínica. No entendía ni recordaba que es lo que había pasado. Justo en ese momento entro una enfermera y le dijo que había ingerido un tipo de droga y eso le causo las alucinaciones. una señora amablemente lo había traído porque se había quedado inconsciente en la iglesia.


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martes, 2 de mayo de 2017

Del amor a la locura

Desde que era consciente, Adrián creyó que tenía la vida resuelta. Lo criaron para ser el heredero de la gran fortuna que tenía su familia y la hacienda en donde vivían. Todas las tardes se iba a cabalgar con diferentes doncellas, pero un día todo cambió.
Esa tarde tenía planeado seducir a la señorita Ariana como lo hacía con todas. Pero cuando estaba en su caballos, vio el carruaje de su prometida. Rápidamente, dio la vuelta para no ser visto con Ariana, pero, por el apuro, su caballo tropezó con un arbusto y Adrián se golpeó fuertemente la cabeza contra una piedra.
Antonieta, su futura esposa a quien siempre engañaba, bajó asustada del carruaje y  al ver la cabeza de Adrián llena de sangre se dio cuenta que él estaba inconsciente. recogió a su prometido mientras Ariana corría avergonzada. Antonieta se llenó de ira al darse cuenta del engaño de quien creía su amado, esto no evitó que lo llevara a la hacienda para que lo atiendan. Lamentablemente el médico dijo que era demasiado tarde.
Era la hora de la despedida. Estaban vestidos de negro. En la cripta familiar se encontraban los cadáveres de sus antepasados y su cuerpo. Todos los presentes generaban una atmósfera propia  de luto. El sacerdote y los parientes se retiraron, excepto Antonieta.
El resentimiento estaba presente en su mirada. Toda su vida lo había amado y é l no había hecho nada más que serle infiel. De pronto, no podía creer lo que sucedía, era algo imposible. Los ojos pardos del chico se abrieron de golpe. "Perdóname" susurró y ella como si nada hubiera sucedido olvidó todo el sufrimiento que le causó en esos años de infidelidad.
Después de unas horas, le tomó la mano y lo llevó al lago donde jugaban de niños. Lo miró a los ojos y a Antonieta repentinamente le regreso toda su ira, empujó a Adrián y lo intentó ahogar. 
De pronto escuchó una voz preguntándole: 
- ¿Qué haces? ¿Te enjuagas las manos?- le dijo su hermano
-  ¿No ves lo que hago?- rió cinicamente
Giró su rostro para ver a la víctima pero este nunca estuvo ahí. Su hermano la tomó de los brazos  mientras ella  gritaba y temblaba llena de desesperación. Fue debido a su actuar, que el doctor le diagnosticó esquizofrenia.


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23 de octubre

23 de octubre


Un oscuro 23 de octubre, la familia Connor se mudó a una mansión deshabitada por muchos siglos, desde sus dueños iniciales.

La mansión fue construida por mucho tiempo. Por dentro, algunos rincones de la casa estaban cubiertos de moho y telarañas, por lo que se vieron obligados a contratar a una empleada. A la mañana siguiente, los padres anunciaron que tendrían una fiesta de bienvenida organizada por los vecinos y que la empleada Beatriz se quedaría cuidando a los chicos. Además, dijeron que esta fiesta duraría hasta altas horas de la madrugada.

Llegada la noche, lo padres salieron. Como los chicos estaban aburridos, empezaron a investigar todos los rincones de la mansión. De repente, Tony encuentra una caja llena de polvo y le dice a Elisse para abrirla. La chica abre la caja y lee en voz baja: "OUIJA".
Tony, de manera inocente, propone jugar y Elisse acepta.
Mientras que estaban jugando, los focos se apagaron y todo queda en silencio. Elisse se queda petrificada, prende una vela y al iluminar toda la habitación, encuentra a Tony tirado descuartizado. Ante esto, Elisse empieza a gritar hasta que las luces se apagan otra vez. Las luces se prenden nuevamente y en el suelo yacen los cuerpos tirados de los dos hermanos; muertos.

Después de unas horas llegan los padres a la casa. A estas horas de la madrugada, se desató una fuerte tormenta y destruyó la caja de llaves de electricidad de la mansión. Los padres intentaron iluminar la habitación con velas. A penas la madre logró prender una, gritó fuerte y apareció muerta. El señor, muy asustado, salió corriendo de la casa , vio una sombra y sintió una cuchilla en la espalda.

Al día siguiente, después de esta tragedia ocurrida, la empleada enterró a la familia en el jardín.

Poco tiempo después, compran el terreno y demuelen la casa para construir un proyecto que tenían en mente: el Colegio Santa Margarita.




Cuento fantástico - Oportunidades

Oportunidades
"Ayer por la noche, día 14 de octubre, yo y mi hermano íbamos por la calle, hablando de cómo iba la empresa familiar, yo lo veía preocupado por algo que había ocurrido el cual no me dijo pero yo sabía que algo pasaba, minutos después un carro paro y de se bajaron 2 hombres armados los cuales se dirigieron hacia mi hermano y sin piedad le dispararon 2 veces, antes de irse uno de los hombres se quedó y le inyectó  un líquido verde en el cuello", esto fue lo que le dijo el Señor Ruíz al detective el cual había ido hasta el funeral para poder entrevistarlo.


El señor Ruíz se quedó pensando en el porque de el liquido verde cuando de repente se acercó un amigo que tenía en común con su hermano y le dijo:
-Hola amigo, ¿como estas?
- Bueno la verdad que podría estar mejor.
-Lamento tu perdida. dijo su amigo lamentando. Espero que pronto te encuentres bien
-Gracias aprecio tu apoyo, sabes tú eras su amigo ¿ nunca te dijo algo del que se sentía arrepentido?
-Sabes una vez me dijo que había hecho algo el cual creía que se lamentaría pero no profundizó.
-Gracias amigo. dijo el señor Ruíz.


En el momento en que se fue su amigo el señor Ruíz empezó a sentirse mareado y decidió irse al baño a lavarse la cara.
Se sentía mareado y débil y no sabía donde estaba, era un lugar pequeño y oscuro, se levantó y desconcertado camino por el lugar hasta que de pronto una amiga se acercó y le dijo:
-Ruíz que te sucedió, estuvimos buscándote, estás pálido llamaré a un doctor.
-¿Ruíz qu...que que pasando?. pensó


Salio del lugar y caminó hacia su casa, en el camino pasó por la tienda en la que siempre compraba y vio su reflejo en el vidrio de la puerta, se vio pálido y débil, estoy muerto dijo en su cabeza, fue a ver en los periódicos pero en el camino un vendedor le dijo.
- Mi mas sentido pésame señor Ruíz, está pálido señor se encuentra bien?
- Ehm sí supongo, gracias. dijo.


Cogió el periódico y vio que el titular decía:”Muere un gemelo de la familia Ruíz, joven empresario”. Salió corriendo de la tienda y viéndose en el reflejo de un auto se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, recordó todo, como le disparaban, la cara de su hermano, el señor Ruíz, y del líquido verde el cual ahora sabía que era, volvió al funeral para poder dar el aviso y al llegar vio a su hermano el cual ya habia notado lo que sucedió, se acercó y le dijo: Al parecer te dieron una segunda oportunidad hermano.
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lunes, 1 de mayo de 2017

Cuento fantástico: Un funeral inesperado



Un funeral inesperado


Esteban era un niño que había nacido en la India con problemas cardiacos. Por lo tanto,tenía que ir al doctor constantemente. Un día,el 3 de abril de 1978, el día de su cumpleaños,tuvo un mal presentimiento. Tuvo una sensación extraña en su interior de estar muriendo. Se lo contó a sus padres y no le dieron mucha importancia.



Al día siguiente, sus padres lo llevaron al médico, le detectaron una aceleración cardiaca y le advirtieron que los ataques cardíacos serían más continuos y que tomarán precauciones.Los primeros días no tuvo ningún problema hasta que se desmayó durante el horarios escolar.Los profesores preocupados lo llevaron cargado al hospital más cercano.


Una vez allá, lo llevaron inmediatamente a la sala de operaciones para examinarlo y determinar qué era lo que estaba ocurriendo con él. Sin embargo, de un momento a otro su corazón dejó de latir, sin explicación alguna. Inmediatamente después se le comunicó a sus padres la terrible tragedia.


Estos se quebraron al enterarse de la mala noticia, pero mantuvieron la cabeza firme e inmediatamente prepararon un funeral digno de su hijo.


Al día siguiente, en el funeral, sus padres lloraron desconsoladamente. Como su familia era pequeña, había pocos invitados. Además de ellos, dos personas más. Entonces ocurrió lo inesperado, el ataúd tembló. Todos se quedaron sin habla. Al acercarse, vieron al niño con los ojos abiertos e inmediatamente después la madre se desmayó.

Horas después, Esteban estaba recuperándose en el hospital con sus padres acompañándolo y echado en una camilla. Cuando despertó los médicos no supieron cómo explicar lo sucedido. Esteban, sus familiares y sus amigos quedaron estupefactos y así fue como la noticia recorrió el mundo demostrando que todo es posible y que hay que luchar hasta el final.










No está muerto

Yo siempre supe que era un niño peculiar, la mayoría de gente no me entiende o me evita, menos mi abuelo, los dos fuimos muy parecidos, por eso me gusta pasar mucho en su casa.
Todos los días mi mama me llevaba a su casa hasta que se hacía de noche. No me gustaba volver a casa porque mis padres no me entendían y me daban medicamentos asquerosos.
Hoy, como todos los días hemos ido a visitarlo, pero cuando entramos vimos un policía. Todo era muy confuso para mi, yo solo quería saber donde estaba mi abuelo.
Al día siguiente, mi madre me levanto temprano, me dio un traje de vestir y unos zapatos que nunca había visto y parecían nuevos. Yo seguía molesto con ella por no haberme dejado ver a mi abuelo el día anterior. 
Al llegar, mi madre me explico que el abuelo había fallecido que estábamos en su funeral, pero yo sabia que no podía ser cierto. Había un montón de familiares que nunca había visto sentados frente al ataúd en donde se encontraba mi abuelo durmiendo. Estuvimos sentados en silencio por un tiempo y luego todos empezaron a retirarse poco a poco. Yo me quedé a rezar por un tiempo cuando, de repente, vi a mi abuelo sentado a mi costado. Yo sabía que no estaba muerto.
Quería hablar con él  pero llegó mi madre y me ordenó que entre al carro y volvamos a casa.


Fin.


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Por: María Isabel Dextre, Michela Llaque y Araceli Motosono






Un funeral inesperado

Era una noche muy fría y silenciosa estaba caminando de regreso a casa cuando de repente sentí una extraña sensación. Sentía que alguien me seguía, pero al mirar atrás solo vea mi propia sombra. me faltaban unas cuantas  cuadras, cuando llegue a mi casa abrí la puerta cuidadosamente para que mi madre no se despertara y me dirigí a la cocina para beber un vaso de agua pero de pronto sentí como el cuerpo comenzaba a pesarme.

Me desperté por un ruido que provenía de la cocina. Entonces me dirigí hasta ahí. Al abrir la puerta me encontré con Roy tirado en el suelo tirado inconsciente, lo primero que se me ocurrió fue llamar a la ambulancia. los segundos se pasaron como años, estaba tan preocupada por mi pobre hijo. después de ocho minutos que se pasaron como mil años llegaron los paramédicos y se lo llevaron. Ahí lo estaban tratando de reanimar pero todo fue en vano. cuando me dijeron la noticia, el mundo se me vino abajo, mi hijito ya no estaba conmigo.


Abrí los ojos y estaba en un cuarto negro y frío. me puse de pie y estaba pálido, tenía frío y estaba en una camilla. entre en pánico de no saber dónde estaba, cuando de repente entró una señora y dijo gritando 

- saquen el 14b
Después de unos minutos un hombre y una mujer entraron al cuarto y se llevaron la camilla donde estaba. Los perseguí los mas rápido que pude, me metieron en una camioneta con muchas flores, estaba confundido.

Cuando vi la camioneta negra que llego con Roy se me salieron las lágrimas de la tristeza, lo estaban enterrando.


De la nada comencé a ver negro. sentí claustrofobia. Empece a golpear lo mas fuerte que puede. Podía escuchar a mi mamá también gritando que abrieran el ataúd. De pronto pude respirar y ver la luz, me sentí aliviado

Cuento Fantástico: Ataúd vació

Me levanté de mi cama sudando frió. No sé qué es lo que me sucedía. Había escuchado 
ruidos extraños en el primer piso. Bajé las escaleras sigilosamente y vi un hombre cuya apariencia me resultaba muy familiar.  De repente el hombre me miró fijamente y subí corriendo a mi habitación y cerré la puerta...

Me metí a mi cama tratando de olvidar lo que acaba de suceder. Cuando estaba a punto de dormirme, alguien comenzó a tocar la puerta... me encontraba muy asustado y de repente la puerta se abrió... era mi padre y me preguntó si me encontraba bien y si todo estaba en orden ya que me había escuchado gritar. 

- ¿Papá estuviste en el primer piso? le pregunté
- No, estuve durmiendo en mi cuarto y escuché tu grito y que tu puerta se cerraba fuertemente.
- Es que escuché un ruido extraño, baje a ver que era y me pareció haber visto un hombre que me miraba fijamente. 
- No te preocupes hijo, sé que estás afectado por el fallecimiento de abuelo, pero hay que seguir adelante. Ahora, duerme que mañana hay que recibir a tu madre del aeropuerto y a las cinco de la tarde es el velorio de tu abuelo. 
















Al día siguiente, me desperté más tranquilo porque iba a ir a recoger a mi mamá, ya que no la veía hace dos semanas. 

Por la tarde nos dirigimos al velorio muy apenados, mientras que yo pensaba en lo que me había pasado la noche pasada. Tuvimos una misa de media hora y estábamos reunidos con la familia y amistades cercanas. Cuando el sacerdote iba a dar la bendición, mi padre abrió el ataúd y este se encontraba vació. 

Todos entraron en desesperación con la duda de donde estaba el cuerpo del abuelo. Algunos plantearon teorías de que quizá el cuerpo se habría quedado en la casa, otros dijeron que se lo habían robado. 

Después de un rato de discusión, llego la señora de servicio que había servido a mi abuelo durante mucho tiempo y dijo que le pareció haber visto a mi abuelo vivo, este habría salido a la calle y habría despareció después de haber girado la esquina en un callejón. Nadie le creyó a la señora ya que ya era algo mayor y creían que alucinaba cosas ademas esta venia de un pueblo donde tenia creencias increíbles. La señora agrego que llevaba un reloj de oro y el abuelo siempre tenia uno así, así que todos se quedaron en la duda que si la señora estaba diciendo la verdad. 



Escrito por Alvaro Lazcano y Leonado Solimano. 












Cuento fantástico: No estaba muerto, estaba regenerandose

No estaba muerto, estaba regenerándose


La palabra que mejor definía a Dan Motam era definitivamente su osadía. No tenía miedo alguno de lanzarse a lo desconocido. Lamentablemente, lo osado no le quitaba la pobre, y es que Dan Motam no tenía donde caerse muerto. Las apuestas le habían arruinado y lo habían dejado en tal estado de desesperación que estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de poder llevarse un pan a la boca.
Quizás fue por esa misma razón que los agentes del laboratorio LRC, al haber escuchado de Dan Motan, decidieron reclutarlo para que fuera el sujeto de pruebas para su turbio experimento sobre la regeneración celular, con la promesa de una gran cantidad de dinero
Dan había aceptado, y eso mismo es lo que había llevado a su situación actual, esposado en una silla dentro de una de las salas de prueba del laboratorio, frente a un hombre que lo apuntaba con una pistola. A pesar de los nervios que causaba la situación, Dan sabía que no debía tener miedo, pues ya le habían explicado lo que iba a suceder. Se trataba de un experimento para probar la regeneración celular, por lo que tenían que ocasionarle una herida, en este caso, en el hombro. 
Sin embargo, paso lo que nadie esperaba: el tirador falló el tiro y en su lugar disparó a su pecho, matándolo instantáneamente.
Después de la funesta catástrofe, los agentes del LRC no querían que se llegara a saber del fallido experimento, por lo que hicieron arreglos rápidos y mandaron a enterrar el cadáver inmediatamente.
A la mañana del siguiente día le entregaron el cadáver al sepulturero, quién se lo llevó al cementerio. Una vez en su destino dejó el cadáver en el ataúd a un lado mientras comenzaba a cavar un hueco. Sin embargo, cuando finamente había terminado, se volteó a cargar el ataúd y se encontró con una escena insólita: el cadáver había desaparecido y a lo lejos se veía a un hombre corriendo.

Cuento Fantástico: Nunca descansaré

Yo soy Roberto Aguayo, un joven de quince años que desde los seis, cuando se suicidó mi padre, ha tratado de seguir a la misma manera. Mi madre, después del fallecimiento de mi padre, adquirió un vicio por los de juegos de azar y así perdió todo el dinero ahorrado y el Estado tuvo que separarme de ella. Terminé en un orfanato.


La vida en el orfanato era decente: tenía amigos, me cuidaban y comía tres veces al día. Pero todas las noches en mis sueños, veía a mi padre que me decía que fuera con él. Llegué a cumplir los diez años en el orfanato y los sueños seguían atormentándome constantemente pero no recibía ningún apoyo de parte de mis amigos. Ahí fue cuando decidí escaparme.


A mis once años, después de haber pasado un año en la calle, me uní a un grupo de ayuda anónima al suicida donde nos daban largas charlas y terapias para “mejorar” nuestro futuro. En una de estas, conocí a Jorge, una persona con un pasado similar al mío, solo  que él lo manejaba tomando pastillas antidepresivas y sustancias que no podía reconocer.


Un día, Jorge me ofreció estas pastillas, para calmarme. Las tomé y al poco tiempo me sentía mejor. Fue entonces que decidí aumentar mi dosis diaria. La primera noche no sucedió nada, pero en la segunda me levanté empapado de sudor y decidí lavarme la cara en el baño. Entré al baño, miré el espejo y vi a mi padre. Él me susurraba: Ven conmigo, hijo, seremos felices. No dude ni un segundo, abrí el caño, y cuando se llenó el lavabo, sumergí mi cabeza esperando mi muerte. Después del minuto, perdí el conocimiento.


Desperté tras un tiempo indeterminado, sentía un calor sofocante, tanto así que no podía ni respirar, me encontraba solo y desde el fondo escuchaba una suave música. Empecé a golpear la puerta de madera, sentía desesperación por saber que había al otro lado de ella. La logré abrir y entró un fuerte resplandor de luz, era un farol. Un farol que alumbraba las oscuras calles de la ciudad de mi niñez.

Escrito con la ayuda de: Homero Pintado y José Miguel Vermejo