La estación
La estación
Por las calles de Madrid, se adentró
un canto que a todos asombró.
Llenando de melancolía la estación
las notas de su guitarra irradiaban compasión.
A la puesta del sol, cada día
todos los seres se reunían.
A su alrededor las aves se ponían
en son de la esperada melodía.
Pronto ya no era la estación
el lugar donde posaba su canción,
tal como las aves voló
a compartir su composición
y a todo el mundo embelesado dejó.
Hoy solo el recuerdo queda en el callejón
de aquellas estrofas que salieron de su interior.
Hizo vibrar a más de uno con tal entonación
que hoy grabado está en cada admirador.