Me encontraba en mi carro, camino hacia el funeral de Wilheim Schwartz. Era mi primera ceremonia religiosa luego de haber sido ordenado sacerdote, así que me encontraba muy nervioso. Solo me podía concentrar en no equivocarme y regresar a monasterio. Tomé una pastilla para tranquilizarme.
Bajé del carro, y me dirigí a la maletera para sacar mis pertenencias. Al cerrar la puerta, vi a dos pequeños niños que se veían muy angustiados e inquietos. Ignoré el hecho, porque seguía concentrado en la ceremonia que tenía que dar.
Me alisté y fui rumbo a lo que sería la tumba del joven, donde se encontraban sus familiares y unos pocos amigos, esperando a que su cadáver sea enterrado. Procedí a empezar la ceremonia, pero había algo que me desconcentraba. Los pequeños niños no paraban de murmurar entre ellos. Puede aguantar el ruido unos minutos, hasta que mi paciencia no dio más y tuve que parar la ceremonia para hablar con los niños en privado y pedirles su silencio. Los llevé a un costado y le pregunté a uno de ellos - ``¿Por qué hacen tanta bulla? ¿Qué no respetan a su difunto amigo? - Se quedaron callados unos segundos, hasta que uno de ellos respondió - ``Él no debió... Él no debió morir.´´ - No comprendí. El otro añadió - ``Él era el siervo del jefe. El jefe prometió que no moriría.´´ - ``¿A qué se refieren? ¿Qué tonterías hablan?´´ - Respondí - ``El jefe dijo que resucitaría al tercer día de haberlo sacrificado y ya lo van a enterrar. No quisimos matarlo.´´ - ``¡Él nos prometió libertad!´´ - Añadieron. No podía procesar toda esa información.
Volteé la cabeza para ver el funeral. No había absolutamente nada; no había ningún ataúd, ningún arreglo floral y ninguna persona. En su lugar, estaba Wilheim, parado y mirándome fijamente a los ojos. Giré para dirigirme a los niños, pero ya no se encontraban ahí. Busqué con la mirada, pero no estaban. Solo estábamos Wilheim y yo.Lentamente se fue caminado hacia un bosque. Ese fue el último día que lo vi, pero todos los días pienso en él en mi pequeño cuarto en un asilo psiquiátrico
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Katsumi chino asiatico
ResponderEliminarBuenisimo. Me gustó mucho el cuento y el final aún más
ResponderEliminarKATSUMIIIII
ResponderEliminarWow, es un excelente cuento, increíble trama y una historia perfectamente desarrollada en una extensión tan corta. Grandioso cuento!
ResponderEliminarMuy bueno Katsu!
ResponderEliminarExcelente historia, con una trama muy interesante y genial narración. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarMe encantó el final inesperado! Muy buen cuento
ResponderEliminarMe encantó el cuento, muy bien narrado y me gustó aun mas el final! Mis felicitaciones!!!
ResponderEliminarTienes mucha razon! Este cuento esta muy chebere!! Los felicito chicos muy buen trabajo. Se nota el esfuerzo en lo q estoy leyendo. Eso es muy importante.
EliminarMuy buen cuento, me encantó la forma como estaba narrado. En el final falta un poco de más descripción, pero el resto excelente.
ResponderEliminarMuy buen relato. La narración está bien llevada y se nota la facilidad en sumergir al lector en los hechos del relato. Sin duda, un futuro escritor a tener en cuenta.
ResponderEliminarVine buscando oro y encontré cobre
ResponderEliminarNo era broma, al revés, me quedé estupefacto con el final. Esa mano escribe como los grandes!
Eliminarwow, qué historia tan increíble
ResponderEliminarCheveré sobrino, que imaginación
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