miércoles, 26 de abril de 2017

Cuento Fantástico: Hora de Partir

Me desperté una mañana tranquilamente y me dirigí a la cocina donde mis padres estaba preparando el desayuno. Me pareció raro no ver a mi abuelo, pues el suele levantarse temprano.

-¿Y mi abuelo?- pregunté.

- Aún no se levanta. Anda a su cuarto para ver si esta despierto.- me dijo mi madre.

Apenas acabé el desayuno, llamé a mi abuelo. No tuve respuesta. Fui a su cuarto y no pude creer lo que veía. Estaba tirado en su cama y no roncaba, como usualmente lo hacía. Temí lo peor. Llamé inmediatamente a mis padres. Mi padre pegó su cabeza a su pecho para ver si respiraba. Después de unos segundos. me miró con una cara que confirmaba lo peor.

Todos estábamos llorando, sin poder terminar de asimilar lo que había sucedido. Yo pensé que estaría preparado para este momento, ya que mi abuelo sufría muchos problemas de salud, pero cuando el momento llego, me di cuenta que no lo estaba.

Al día siguiente, toda mi familia se encontraba en el funeral. Estábamos muy tristes, pero sabíamos que había fallecido por causas naturales al ser mayor, lo que nos tranquilizó.

Me acerqué a su cuerpo para mirarlo por última vez y ahí es cuando note algo que me dejó perplejo. Su pecho se movía muy delicadamente, como si apenas estuviera respirando. Pero traté de disimular mi desconcierto, pues la ceremonia del entierro estaba iniciando.

Lo siguiente fue demasiado extraño. Cuando se estaba bajando el ataúd, se comenzaron a escuchar sonidos provenientes de dentro. Los sonidos se hicieron muy evidentes, parecían los de un hombre que se ahogaba. Entonces, se abrió el ataúd. En medio de la desesperación y sin entender lo que acababa de suceder, me di cuenta que su hora de partir aún no había llegado. Mi abuelo estaba vivo.

Por Alonso Palacios, Octavio Butrón y Joaquín Gómez.

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